Según el viceministro de Defensa ruso, Alexandr Fomín, durante un ataque contra la base rusa, 13 aviones no tripulados avanzaban bajo un mismo mando en el preciso momento en que un avión espía P8-Poseidon sobrevolaba el mar Mediterráneo.
Románov sugirió que la actividad de EEUU tenía por objeto hacer que Rusia fuera más flexible.
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"Métodos semejantes suelen emplearse en vísperas de algunas negociaciones, antes de que se articulen ciertas exigencias", expresó Románov.
"Esta es la razón por la que muestran su capacidad para atravesar nuestras líneas defensivas. En cualquier caso, no podrían haber hecho un daño considerable, de manera que el objetivo más probable era mostrar que ellos son capaces de una pequeña desviación. Pero este intento también se vio obstaculizado por los militares rusos", observó el especialista.
"Si los autores supieran lo inútiles que son estas provocaciones, los ataques seguramente terminarían. Si el intento hubiera sido más exitoso, cabría esperar una continuación. Por eso hizo falta oponer una fuerte resistencia sin retraso. De esta manera, el enemigo no pensará en volver a lanzar sus aviones contra la base", concluyó.
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