"En los últimos años, la Dirección General del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de la Federación Rusa (GRU) lanzó en repetidas ocasiones ataques contra el ciberespacio letón, la mayoría de estos ataques fueron dirigidos contra instituciones estatales, incluidas entidades de defensa y de asuntos exteriores", dice el comunicado de la Oficina para la Protección de la Constitución letona, publicado por la agencia Leta.
"El mismo grupo de hackers de la inteligencia militar rusa, que lanzó ataques contra la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas, la Agencia Mundial Antidopaje y las agencias gubernamentales de Malasia que estaban investigando el accidente del avión MH17, en los últimos años atacó repetidamente el ciberespacio letón", agrega la nota.
Según la contrainteligencia letona, algunos ataques se dirigieron contra empresas privadas, incluidos medios de comunicación.
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Agregó que la GRU utiliza programas espía, que se envían en forma de un correo electrónico falso, diseñado para atraer al destinatario y alentarlo a abrir un correo que infecta su ordenador con este virus.
El mismo día Londres acusó a Rusia de robar los datos de la web del Comité Nacional Demócrata previamente a las elecciones presidenciales de 2016 en EEUU; de la publicación de ficheros confidenciales de la Agencia Mundial Antidopaje (WADA, por sus siglas en inglés) en agosto de 2017; y del ciberataque que perturbó en octubre de 2017 el funcionamiento del metro de Kiev y el aeropuerto de Odesa, en Ucrania, pero también repercutió en las operaciones del Banco Central de Rusia y de dos medios de comunicación rusos.
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También Canadá, EEUU y Unión Europea avalaron las denuncias contra Rusia.
El Ministerio de Exteriores ruso calificó las acusaciones como una campaña de propaganda orquestada y advirtió que la obsesión de Occidente con la caza de espías revierte en perjuicio de las relaciones internacionales.
Anteriormente, EEUU había declinado la oferta rusa de crear un grupo conjunto para ciberseguridad.
