El asesor dijo que la importación de crudo, que comenzó en 2015 "es una cosa interesante porque nuestras refinerías están diseñadas para procesar crudo ligero", explicó.
Los crudos ligeros o "dulces" son los más valiosos en el mercado de energéticos, porque tienen menores impurezas como el azufre, que dificulta los procesos de refinación.
Pero solo alrededor de 10% de la producción mexicana es de ese tipo, y su mayoría es pesado o semipesado.
Una manera de ahorrar en los procesos de refinación de la estatal Petróleos Mexicanos (Pemex), "es importar ese petróleo que necesita poca refinación y lo podemos convertir más rápido en gasolina", explicó el asesor presidencial.
"Creo que Pemex tiene una buena razón para hacerlo dadas las circunstancias del mercado", sostuvo el colaborador de López Obrador.
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Pemex anunció el 26 de septiembre que importará 100.000 barriles de crudo ligero, principalmente, para la refinería de Salina Cruz en el sureño estado de Oaxaca.
La petrolera estatal exporta la mitad de su producción de crudo, que ronda los 1,9 millones de barriles diarios, la mayoría a EEUU.
La otra mitad del crudo lo procesa en sus seis plantas refinadoras, configuradas para procesar principalmente crudos ligeros.
Pero su plataforma refinadora es insuficiente para cubrir el consumo nacional y debe importar alrededor del 60% de las gasolinas.
Pemex encontró los beneficios de mezclar el crudo ligero extranjero con el petróleo pesado nacional para mejorar el proceso de elaboración de combustibles en tres de sus seis refinerías nacionales (Salamanca, Tula y Salina Cruz) y producir gasolinas menos contaminantes.