"Esta candidata a luna, que se encuentra a 8.000 años luz de la Tierra en la constelación de Cygnus, orbita un planeta gigante de gas que, a su vez, orbita una estrella llamada Kepler-1625", dijo la agencia espacial estadounidense.
La evidencia de una luna fue descubierta al observar fluctuaciones de la luz mientras el cuerpo celeste pasaba frente a su planeta huésped, un fenómeno conocido como una señal de tránsito, según el comunicado, que explicó que es una técnica usada para hallar exoplanetas.
Sin embargo, las exolunas son más difíciles de detectar porque son más pequeñas, lo que significa que la señal de tránsito es mucho más débil, dice el comunicado.
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En el descubrimiento más reciente, los investigadores encontraron una instancia en el planeta Kepler-1625b con una característica de tránsito con anomalías inusuales, lo que sugiere la presencia de una luna, según el texto.