Kremlin: el nido terrorista en Idlib desestabiliza la situación en Siria

"La situación en Idlib sigue suscitando especial preocupación, tanto en Moscú como en Damasco, Ankara y Teherán", dijo Peskov.

El portavoz añadió que "el nido terrorista que se ha formado allí —un grupo relativamente numeroso— contribuye a desestabilizar la situación".

"Mina los intentos de reconducir la situación hacia una solución diplomática, política", señaló el representante del Kremlin.

Peskov mencionó que los drones operados desde Idlib por grupos terroristas son "una amenaza importante" para las bases rusas en Siria.

"Es precisamente desde allí de donde son enviados diversos aparatos aéreos no tripulados que representan una amenaza para nuestras bases provisionales en Siria", dijo.

Asimismo, Peskov informó que la situación en la provincia siria de Idlib figurará entre los temas principales de la cumbre Rusia, Turquía e Irán sobre Siria que tendrá lugar el próximo 7 de septiembre en la capital iraní, Teherán.

"La situación en Idlib será uno de los temas principales de la agenda [de la reunión]", dijo el portavoz presidencial a los periodistas.

Señaló que aún no puede dar detalles acerca de las propuestas que Rusia presentará en la cumbre.

El portavoz de la presidencia rusa agregó que al término del encuentro los tres presidentes emitirán una declaración conjunta.

Además, Peskov cuestionó las recientes declaraciones del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sobre las posibles consecuencias de una ofensiva antiterrorista en la provincia siria de Idlib.

Horas antes, Trump escribió en la red social Twitter que la eventual ofensiva del Ejército sirio en Idlib sería un "grave error humanitario" y llamó a no permitir que la operación tenga lugar.

​"No es un enfoque completo e integral hacer advertencias sin hacer caso al potencial muy peligroso y negativo [del terrorismo en Idlib] para toda la situación en Siria", dijo Peskov.

Según Peskov, es necesario resolver el problema de Idlib, y "las Fuerzas Armadas sirias se están preparando para resolver este problema".

El Gobierno de Siria declaró en julio que se reserva el derecho de usar la fuerza militar para recuperar la provincia de Idlib, si los grupos armados que la controlan desde 2015 rechazan sus condiciones de paz.

Conforme a los acuerdos con Damasco, los combatientes que se negaban a rendirse a las fuerzas gubernamentales en Alepo, Homs y Guta Oriental, se fueron trasladando gradualmente a Idlib, que desde 2017 forma parte de una zona de distensión patrocinada por Turquía.

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A finales de agosto, el Ministerio de Defensa ruso denunció que los terroristas del Frente al Nusra están preparando un montaje en esa provincia para acusar a Damasco del uso de armas químicas contra civiles y darle un pretexto a la coalición liderada por EEUU para otro ataque a Siria.

Rusia, Turquía e Irán actúan como garantes de paz en Siria, sumida desde marzo de 2011 en un conflicto en el que las tropas gubernamentales se enfrentan a grupos armados de la oposición y a organizaciones terroristas.

La solución a la crisis se busca en dos plataformas, la de Ginebra, bajo los auspicios de la ONU, y la de Astaná, copatrocinada por Rusia, Turquía e Irán.

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