Duterte es conocido por llevar a cabo una guerra despiadada contra las drogas en su país, con voces que aseguran que el Gobierno ha ejecutado a miles de personas, y por hacer declaraciones muy poco diplomáticas. El pasado jueves 30, dijo que las violaciones continuarán mientras haya mujeres bellas.
Antes de partir 2 de septiembre, el presidente expresó en el aeropuerto de Manila su preocupación por el bienestar de estos filipinos y los que se encuentran en Jordania y señaló que esta era una de las principales razones de su visita.
"Tenemos alrededor de 28.000 filipinos [en Israel] y 48.000 en Jordania. Están en una situación volátil y debemos asegurarnos de que nuestros ciudadanos estén completamente protegidos ", indicó Duterte.
Duterte, recibido en el aeropuerto de Ben Gurion por el ministro de Comunicaciones israelí, Ayoub Kara, señaló que Filipinas apoya una solución de dos Estados para el conflicto entre israelíes y palestinos.
Duterte se refirió a su viaje a Israel y Jordania —el primero que lleva a cabo un presidente filipino— como "visitas históricas que subrayan la visión de nuestro país, un miembro responsable de la comunidad mundial. Filipinas es un amigo de todos y un enemigo de nadie".
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El jefe de Estado filipino subrayó que quería tener una "relación sólida" con Israel en una serie de campos, incluidos la defensa y la seguridad, el desarrollo económico, el comercio y la inversión.
El diario filipino The Manila Times informó de que Duterte está considerando comprar equipos de Israel para la Guardia Costera filipina (PCG).
Israel comenzó a vender equipamiento militar a Filipinas, según el Instituto Internacional de Estocolmo para la Investigación de la Paz, en 2015, un año antes de que Duterte asumiera el cargo.
Se espera que la firma israelí Ratio Oil Exploration Ltd. firme un acuerdo de para obtener una licencia de exploración en aguas filipinas.
Duterte se reunirá con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y con el presidente del país, Reuven Rivlin. Además visitará el Yad Vashem (Museo del Holocausto).
En 2016, Duterte causó indignación cuando comparó su guerra contra las drogas con la guerra de Adolf Hitler contra los judíos. Rápidamente se disculpó por ese comentario en un discurso en una sinagoga de Manila, diciendo que no pretendía deshonrar el recuerdo de los judíos asesinados en el Holocausto.
"Hubiera sido más cómodo recibir aquí a un presidente que no haya hecho el tipo de comentarios que hemos escuchado y es posible que tengamos que tomar una pastilla contra las náuseas para recibirlo. En cualquier caso, está aquí y no podemos ignorarlo", declaró el presidente del Comité de Asuntos Exteriores y Defensa de la Knéset (Parlamento israelí), Avi Dichter, a la radio Kan Bet.
La líder opositora Tzipi Livni (Unión Sionista) calificó a Duterte de "persona muy problemática" y dijo en una entrevista de radio que su visita debería ser "de muy bajo perfil".