La protesta masiva del 10 de agosto derivó en disturbios que se saldaron con 450 heridos; 70 de ellos, incluidos 11 gendarmes, tuvieron que ser hospitalizados.
"Hasta la fecha, recibimos unas 30 demandas, inicialmente, se abrió un proceso penal por conducta abusiva, abuso de autoridad, pero a ello se sumaron también cargos por negligencia", dijo.
El fiscal subrayó que se interrogarán a todos los implicados en los disturbios, incluidos los gendarmes.
"Ya el 11 de agosto, pedimos a todas las organizaciones, gendarmerías y canales de televisión que estaban en la plaza durante la protesta que proporcionasen sus grabaciones de vídeo, estamos esperando las grabaciones para averiguar los hechos", agregó.
A su vez, la Comisión Europea se negó a comentar la situación en Rumanía donde las protestas antigubernamentales degeneraron en disturbios, considerándola como un asunto interno de este país europeo.
"No comentamos la situación interna en Rumanía", dijo un representante del órgano ejecutivo de la Unión Europea (UE) a los periodistas.
El presidente de Rumanía, Klaus Iohannis, condenó las acciones de los gendarmes y exigió que la Fiscalía investigara e identificara a las personas y su grado de responsabilidad en los disturbios.
También demandaron una reforma de los sistemas fiscal, de pensiones y de asistencia social, abogaron por fomentar el desarrollo económico y las relaciones con la Unión Europea y la OTAN.
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