"Las compañías que garantizan los lanzamientos de satélites y equipamiento científico para la NASA sobre bases comerciales y que también llevan cargas a la Estación Especial Internacional, responden por garantizar el sistema de lanzamiento necesario para cumplir con la misión contratada", señaló la entidad espacial.
Anteriormente, tras el anuncio de EEUU sobre la aplicación de un nuevo paquete de sanciones contra Rusia por la supuesta implicación rusa en el incidente de Salisbury, el jefe del comité de presupuesto del Senado ruso, Serguéi Riabujin, advirtió que Rusia podría limitar los suministros de propulsores de cohetes rusos RD-180 a EEUU.
El 8 de agosto, la Casa Blanca anunció un nuevo paquete de restricciones contra Rusia con el argumento de que supuestamente empleó armas químicas en la ciudad británica de Salisbury en marzo pasado, pese a que aún sigue en marcha una investigación del incidente.
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En 1997 los Gobierno de Estados Unidos y de Rusia firmaron un acuerdo por casi 1.000 millones de dólares para la entrega de 101 motores RD-180.
Inmediatamente el Pentágono pidió al consorcio United Launch Alliance (ULA, sociedad conjunta de Boeing y Lockheed Martin) que compre otros 20 motores RD-180.
A finales de julio, la NASA y la Fuerza Aérea estadounidense otorgaron una certificación a los RD-180 para usarlos en el cohete Atlas V en misiones tripuladas.
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Hasta la fecha los astronautas estadounidenses viajan a la Estación Espacial Internacional en los cohetes rusos Soyuz.
Londres responsabilizó a Moscú de estar detrás del envenenamiento y catalogó el arma como neuroparalizante de la clase Novichok, supuestamente desarrollada por químicos rusos.
Moscú rechaza las acusaciones de Londres, que considera infundadas, y sigue reclamando acceso a las pruebas para poder colaborar con la investigación.