La concentración se realizó frente a la sede del partido en Barcelona, en las paredes de la cual encolaron carteles y pintaron consignas como "el pueblo manda, el gobierno obedece" o "desobedeced o dimitid".
"Desde Esquerra lamentamos los hechos de hoy ocurridos en nuestras sede, son hechos que rechazamos de pleno, que no suman y que cada día hacen más pequeño a nuestro movimiento", se afirma en el comunicado.
La formación asegura respetar "todas las posiciones políticas", pero no comparte algunas formas de manifestarse, y "menos aún contra trabajadores".
"El partido no se apartará ni un milímetro del objetivo de la República hasta conseguirlo", mantiene la formación soberanista, que recuerda que este 2 de agosto se cumplen nueve meses del encarcelamiento de su presidente, Oriol Junqueras.
ERC destaca en su comunicado que "hasta hace muy poco luchaba en solitario por conseguir el objetivo de la República catalana y no acepta lecciones en este sentido".
"Lo que hoy toca más que nunca es la unidad de acción para conseguir los objetivos comunes y no los enfrentamientos entre independentistas", concluye el partido.
Además: Esquerra Republicana acusa al Gobierno español de ser "la tumba de la democracia"
Piden a la CUP que 'tumbe' al Gobierno
Tras la protesta frente a la sede de ERC, los activistas organizaron una marcha al resto de las sedes de los partidos independentistas.
"Exigimos al Govern que obedezca el mandato del 1 de octubre (…) No queremos autonomismo, exigimos la República que votamos" (…) En caso contrario, exigimos al Gobierno que desobedezca o dimita", según el comunicado leído por un activista del CDR.
La portavoz del Secretariado Nacional de la CUP, Laia Estrada, recibió a los CDR y, megáfono en mano, les garantizó que su partido "ha recibido el mensaje" y que "no solo entiende, sino que comparte" este tipo de acciones.
"De Madrid no debemos esperar absolutamente nada, todo depende de nosotros: hoy, aquí y ahora", agregó.
Según informa La Vanguardia en su edición digital, algunos manifestantes quemaron fotografías del Rey de España, Felipe VI, y del juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena, quien instruye la causa contra varios dirigentes independentistas.
