El 19 de julio la Knéset aprobó la controvertida ley del Estado-nación que define oficialmente a Israel como la patria nacional del pueblo judío y afirma que la realización del derecho a la autodeterminación nacional en Israel es exclusiva del pueblo judío.
El secretario general del Comité Ejecutivo de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Saeb Erekat, criticó duramente la Ley del Estado-Nación Judío aprobada por el Parlamento israelí, catalogándola de "peligrosa y racista por excelencia".
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La normativa jurídica, aprobada por 62 votos a favor y 55 en contra, que los diputados árabes tildaron de "ley de apartheid", establece además que una Jerusalén unida —incluida la zona este ocupada por los israelíes— es la capital de Israel y el hebreo es el idioma oficial del país.