La candidatura de Casado se impuso a la de Santamaría en las 25 mesas habilitadas para la votación, que comenzó hacia las 12:00 hora peninsular española. Ya a mitad del recuento de votos los rostros de felicidad en el equipo de Casado adelantaban el futuro del hasta ahora vicesecretario general de Comunicación de los conservadores.
Casado logró 1.701 apoyos (57,2%), casi medio millar más que la ex vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, quien reunió 1.250 (42%).
La imagen de Casado se contrapuso a la de Santamaría por abanderar un cambio profundo en la formación política y por alejarse de la hasta ahora vieja guardia del partido, representada por Santamaría, quien hasta el 7 de junio había ocupado el cargo de vicepresidenta del Gobierno de Mariano Rajoy.
La campaña de Casado para convencer a la militancia del PP, que estuvo marcada por un fuerte sentido ideológico, reivindicó los valores del partido, "la libertad, la seguridad, la familia, la vida y la unidad de España sin complejos", según palabras de Casado.
El hasta ahora presidente del partido y expresidente del Gobierno de España, Mariano Rajoy, no quiso apoyar explícitamente a ninguno de los candidatos y se limitó a reafirmar su predisposición a ayudar al partido. "Le seré fiel", fueron sus palabras.
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