"El 20 de julio el Ministerio de Exteriores de Rusia convocó al embajador extraordinario y plenipotenciario de la República Helénica en la Federación Rusa, Andreas Fryganas, y le expresó su firme protesta por las continuas declaraciones antirrusas de Grecia con respecto a la expulsión de dos diplomáticos rusos y la prohibición de ingreso a otros dos ciudadanos rusos", dijo la Cancillería en un comunicado.
"Es imposible explicarlo con las categorías de lógica y sentido común, es una provocación bastante grosera, tan grosera que me resulta difícil suponer que sus autores fueran exclusivamente los griegos", dijo Chizhov.
Según el diplomático, "por supuesto que se trata de un impulso externo".
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Por su parte, la Agencia de Noticias de Atenas (ANA) comunicó citando fuentes que el embajador griego en Moscú tuvo una "discusión amistosa" en el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia.
Agregó que durante la reunión no se anunciaron medidas contra Grecia en represalia por la expulsión de los diplomáticos rusos.
El portavoz del Gobierno griego, Dimitris Tzanakopoulos, declaró que Atenas tomó estas medidas por "comportamiento encaminado a interferir en el problema de la antigua república yugoslava de Macedonia". Una fuente gubernamental griega afirmó a Sputnik que se trata de "un incidente concreto" que no afecta las relaciones entre los dos países.
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A su vez, la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, declaró que esta acción no quedará sin respuesta y dijo que el "pueblo griego debe mantener sus relaciones con Rusia y no sufrir por las provocaciones sucias en las que se vio implicado Atenas".
Por su parte, el Ministerio de Exteriores griego, al comentar las declaraciones de Zajárova, acusó al ente homólogo ruso de faltar al respeto a Grecia y no entender el mundo de hoy, así como exigió dejar de inmiscuirse en los asuntos internos del país heleno.