"Estamos intentando que por primera vez haya un diálogo sin condiciones, un diálogo en el que cada una de las partes sea capaz de escuchar a la otra parte", dijo el diputado catalán, que es portavoz de su partido en el Congreso de los Diputados de España.
Ambos, que llevan poco más de mes en el ejercicio de sus funciones, anunciaron su intención de abrir una nueva etapa en la que, sin renunciar a sus posiciones, se reduzca la tensión institucional que caracterizó la relación de sus antecesores, Mariano Rajoy (expresidente del Gobierno de España) y Carles Puigdemont (expresidente del Gobierno catalán).
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Por su parte, el equipo de Pedro Sánchez prometió un diálogo "sin cortapisas" en el que se pueda discutir sobre cualquier cuestión, aunque dejó claro que eso no quiere decir que se vayan a realizar concesiones.
"Nosotros lo que pretendemos es, de entrada, establecer un marco de diálogo, que esto por sí mismo es ya un gran avance, aun cuando constatemos que las posiciones son muy alejadas", destacó Joan Tardà.
El diputado recordó que los sectores independentistas defienden "el ejercicio del derecho a la autodeterminación" mientras que "el Gobierno considera que la solución es otra, una hipotética reforma constitucional o una modificación de las leyes orgánicas que afectan a las competencias del Estatuto de Autonomía" para generar un nuevo marco de convivencia.
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"Siempre hemos dicho que un Gobierno del PSOE soportado por Podemos como el que tenemos ahora debería ser más dialogante y más progresista que un Gobierno del Partido Popular soportado por Ciudadanos", concluyó Tardá, que mira a la reunión del próximo 9 de julio con la esperanza de que, aunque no se llegue a acuerdos concretos, "se abra una oportunidad" para el entendimiento a futuro entre ambas partes.