"Brindemos por el éxito total de la cumbre en Qingdao, por el desarrollo y la prosperidad de todos los países, la felicidad y el bienestar de los pueblos, por el gran futuro de la OCS", dijo.
"Convirtamos la cumbre de Qingdao en nuestro nuevo comienzo, alcemos las velas para que el espíritu de Shanghái las impulse, y juntos, superando las adversidades y el mal tiempo, zarpemos hacia el desarrollo de la OCS".
El presidente chino señaló que durante la cumbre está previsto "elaborar un plan integral y las perspectivas de desarrollo de la organización".
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Xi también recordó que la provincia china de Shandong, donde tiene lugar la cumbre, es la patria de Confucio.
"El confucianismo es una parte importante de la civilización china, que predica el ideal supremo de la humanidad: el mundo pertenece a todos, los países deben vivir en paz y concordia, ayudarse unos a otros y ser amigos, como si fueran una familia grande", subrayó.
En opinión del mandatario chino, los principios del confucianismo sobre la armonía y la cooperación tienen mucho en común con el espíritu de la OCS, según el cual los países de la organización se adhieren a los principios de la confianza mutua, el beneficio recíproco, la igualdad, las consultas mutuas, el respeto hacia la diversidad de las culturas y la búsqueda del desarrollo común.
La cumbre de la OCS en Qingdao, primera en la que participan sus nuevos miembros, la India y Pakistán, se prolongará hasta el 10 de junio.
La OCS se fundó el 15 de junio de 2001 en Shanghái como una organización intergubernamental de funcionamiento permanente, actualmente la integran China, India, Kazajistán, Kirguistán, Pakistán, Rusia, Tayikistán y Uzbekistán.
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Afganistán, Bielorrusia, Irán y Mongolia participan en la OCS como observadores; Armenia, Azerbaiyán, Camboya, Nepal, Sri Lanka y Turquía poseen el rango de socios de diálogo.