El encuentro fue solicitado por los obispos para "valorar la conveniencia" de continuar con el diálogo nacional, que la propia Conferencia suspendió exigiendo el cese de la represión.
Según informa el diario La Prensa, actualmente no se puede acceder desde Managua a la zona oriental del país.
Este mismo periódico publicó este 7 de junio una entrevista al secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Paulo Abrao, quien dijo que hay un "escalamiento de la violencia" en el país centroamericano y que han detectado "nuevos patrones de violencia" de parte del Gobierno.
Antes "no habíamos constatado la práctica del secuestro de estudiantes, también la modalidad de incendios a medios de prensa, en las instalaciones y edificios públicos y privados, asímismo las agresiones a las ambulancias médicas que distribuyen los insumos para atender a los heridos", sostuvo Abrao.
Estos hallazgos serán incluidos en un reporte que prepara el organismo, añadió.
Las protestas se iniciaron a raíz del incendio en la reserva biológica Indio Maíz (sur), que estalló el 3 de abril y duró 10 días, pues los estudiantes consideraron que el Estado fue negligente en combatir el siniestro, según la relatora para Nicaragua de la CIDH, Antonia Urrejola.
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Para la administración de Ortega, la violencia es causada por grupos armados que "atacan y producen víctimas para culpabilizar a las instituciones del orden público".
El gobernante Frente Sandinista para la Liberación Nacional sostiene que las manifestaciones forman parte de un "golpe suave" que tiene como fin derrocar a Ortega.