Según estipula la Regulación Aeronáutica Cubana (RAC 13) el objetivo de las investigaciones sobre catástrofes aéreas, es la prevención de futuros sucesos o eventos de cualquier categoría asociados a estos, y no determinar culpables, refirió el diario Granma.
El reglamento cubano refiere que dichas investigaciones "revisten una importancia de carácter estatal" y son parte de los procedimientos que se realizan en el marco de la gestión de la seguridad operacional.
El protocolo establece que una vez ocurrido el accidente se conforma una comisión donde la mayor representación la asume el IACC como autoridad aeronáutica y también participe la Corporación de la Aviación, la línea aérea y la cantidad de especialistas que sean necesarios.
El documento dicta que la investigación consta de tres etapas principales: notificación, investigación e información.
En la primera etapa el Gobierno cubano tiene la responsabilidad de notificar lo antes posible y por el medio más adecuado la información referente al estado de matrícula, estado del explotador, al estado de diseño y al estado de fabricación.
Autoridades del IACC destacaron que esta etapa es vital para la conservación de las evidencias, así como para mantener la custodia eficaz de la aeronave y su contenido durante el periodo de tiempo que dure la investigación.
La protección incluye la conservación por procedimientos fotográficos u otros medios de toda prueba que pueda ser trasladada, borrada o destruída.
De ahí la importancia de realizar exámenes y pruebas a distintos componentes de la aeronave, análisis de documentación y de ambas cajas negras, tanto la de voz como la de parámetros.
Más información: Estos son los rostros de la tragedia aérea en Cuba
En el capítulo sobre la información final, la RAC 13 establece que la comisión investigativa, deberá presentar un informe sobre el caso. "Cuando la comisión realice la investigación de un accidente o incidente, pondrá a disposición del público el informe final lo antes posible", precisó el diario.