"De acuerdo con el Puesto de Mando Unificado y tras la información de EPM (Empresas Públicas de Medellín, la entidad responsable del proyecto), luego de que permitió el reingreso de los trabajadores a la presa, en horas de la noche se presentó un evento en otro lugar del proyecto", dice un comunicado de la estatal Unidad Nacional de Gestión de Riesgos y Desastres (UNGRD).
El gerente de EPM, Jorge Londoño, dijo a la emisora local Blu Radio que el agua represada del río Cauca baja desde hace horas por una galería de la construcción, y no solo por la sala de turbinas, como esperaban los técnicos, por lo cual reiteró que no hay control de la situación y se mantienen las máximas alertas.
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El 16 de mayo al mediodía un afloramiento súbito de agua obligó a la evacuación inmediata de cuatro municipios, y de otros ocho unas horas después, ante el riesgo de una crecida inminente del río.
La situación llevó a que Londoño, junto al gobernador de Antioquia, Luis Pérez, y al alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, escribieran una carta en la tarde del miércoles 16 al presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, pidiendo al Gobierno medidas urgentes para evitar una tragedia.
Aunque Santos respondió que gracias a las acciones del Gobierno central no se han "presentado pérdidas humanas a pesar de la gravedad de la situación", EPM teme que la represa, calificada como el mayor complejo hidroeléctrico colombiano, colapse.
"Seguimos trabajando en forma conjunta con todas las autoridades con el peor escenario, de que no aguante la presa", dijo Londoño a la emisora local Caracol Radio.
Londoño estimó que tras un colapso el agua llegaría en una hora y media al municipio de Puerto Valdivia, el más cercano a la represa, en cuatro horas a Tarazá y a Cáceres, en 10 horas a Caucasia y en 20 horas a Nechí.
Tras el nuevo afloramiento de agua, la UNGRD evacuó a 4.985 personas de los municipios del bajo Cauca hacia zonas seguras, mientras mantiene la alerta preventiva en otros departamentos como Sucre, Córdoba y Bolívar (norte), pues algunos de sus municipios pueden verse afectados.
Al menos 1.000 trabajadores del proyecto intentaban elevar la represa, que debía entrar en operación a finales de este año, de los 403 metros que tiene a 410 metros, para controlar la situación, pero debido a la emergencia del miércoles debieron abandonar sus labores.