La víspera se informó de 18 víctimas mortales.
El primer accidente ocurrió en Marwaarh, a unos 45 kilómetros al este de Quetta, donde una explosión de gas metano provocó el derrumbe del techo en una galería minera causando 16 muertos y 9 heridos.
Más tarde se produjo otro derrumbe, en la zona de Sooranj, que se saldó con siete muertos.
Los primeros dos cuerpos fueron recuperados el 5 de mayo por la noche y los otros cinco, el 6 de mayo por la mañana, después de que se reanudara la operación de rescate.
Al menos 20.000 empleados trabajan en unas 2.500 minas a lo largo de Baluchistán, según fuentes del gobierno. Los derrumbes matan cada año a entre 100 y 200 mineros.