"Pakistán es nuestro aliado en la lucha contra el terrorismo", afirmó.
Según la representante diplomática, EEUU "comprende y asume las víctimas entre militares y civiles que ha tenido Pakistán en esta guerra".
Sin embargo, según la portavoz, Washington estima que Pakistán debe llevar a cabo una política más firme contra los grupos terroristas que se ocultan en su territorios.
Pese a que Pakistán padece los embates del terrorismo y ha tornado paulatinamente más severa su legislación antiterrorista, la nación asiática es objeto de críticas de la comunidad internacional por el presunto apoyo a los terroristas tanto dentro de sus fronteras como en el extranjero.
A principios de año, EEUU anunció el cese de la ayuda financiera para la seguridad a Islamabad debido a los insuficientes esfuerzos dedicados a combatir al extremismo.
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Islamabad niega estas acusaciones y señala que la lucha contra el extremismo armado costó al país más de 75.000 vidas de civiles y 6.000 de militares.
Según Pakistán, las pérdidas económicas a consecuencia de las actividades terroristas ascienden a los 123.000 millones de dólares.
