"Los riesgos son mínimos, es sumamente difícil copiar y fabricar el equipo… Nuestra tecnología está bien protegida por la legislación rusa y no hay motivos para la preocupación", dijo Shugáev en una entrevista a la revista Natsionalnaya Oborona.
Turquía comprará dos baterías de S-400 cuyo mantenimiento estará a cargo de los especialistas turcos.
También se acordó llevar adelante la cooperación tecnológica en dicho terreno para desarrollar la producción de sistemas de misiles antiaéreos en el territorio de Turquía.
Según reveló el vicepresidente de la Secretaría de Industria Militar del Ministerio de Defensa de Turquía, Ismail Demir, los suministros de S-400 deben comenzar en julio de 2019, es decir antes del plazo previsto inicialmente en el contrato.
Shugáev asimismo recordó que el contrato menciona dos etapas: el suministro del sistema S-400 y la fabricación de sus piezas y partes en el territorio turco.
"Hoy día estamos hablando exclusivamente de la primera etapa, que además del suministro prevé la formación de especialistas turcos que manejarán los equipos, y la creación de centros de reparación", explicó.
"La iniciativa de fabricar los elementos del sistema S-400 en el territorio de Turquía fue promovida por los socios turcos", agregó el director del Servicio Federal de Cooperación Militar y Técnica de Rusia.
El sistema antiaéreo S-400 Triumf (SA-21 Growler en la clasificación de la OTAN) es capaz de abatir aparatos aéreos de tecnología furtiva, misiles de crucero, misiles balísticos tácticos y táctico-operativos.
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El S-400 tiene un alcance de hasta 400 kilómetros y puede destruir blancos a alturas de hasta 30 kilómetros; por sus prestaciones, este sistema pertenece a la generación 4+ y es el doble de eficaz que sus antecesores.