"Fue una ocasión muy hermosa poder llegar a esta zona montañosa de Cuba con la cruzada teatral, de la posibilidad de que nos esperaran y que cada día fuera especial para esas comunidades que nos daban la bienvenida ofreciéndonos lo que tienen, sus alimentos, su amor y compartiendo con nosotros sus tradiciones artísticas", dijo a esta agencia el actor uruguayo Federico Rodríguez.
En esta temporada participaron agrupaciones de Uruguay, Colombia y México y más de 15 compañías teatrales cubanas.
Los grupos recorrieron y actuaron en más de 200 comunidades rurales.
Durante su estadía en Cuba, los miembros de Amares Social Clown visitaron las provincias de Villaclara (centro), Holguín y Las Tunas, en el noreste, y Guantánamo, en el extremo oriental de la isla.
"Venimos viajando por Sur y Centro América hace ya dos años y esta ha sido una oportunidad única al poder llegar a comunidades muy alejadas, rescatar la particularidad del lugar, a donde llegamos a hacer un tipo de trabajo que se adapta mucho al público y a lo que está pasando en el momento", agregó Rodríguez.
Otro de los integrantes de Amares Social Clown, Andrés Fagiolino, indicó que una de las experiencias más interesantes que vivieron durante su visita a las montañas fue el contacto con el público, en zonas seriamente dañadas por recientes eventos climáticos.
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El actor señaló que los pobladores los recibieron "con los ojos bien abiertos"
"Mientras, nosotros nos preguntábamos: ¿Cómo será este? ¿Me tengo que medir en las costumbres? ¿Le gustará probar un mate? Y eso sucede de manera silenciosa, abierta, a veces explosiva", señaló.
La única mujer que integra la agrupación teatral uruguaya, Betina Domínguez, dijo que "llegar a estos lugares, es como hacer una visita de familia".
"Eso nos inspira y nos obliga a dar lo que tenemos, porque ellos nos dan lo que tienen, sea una comida, sus miradas o, sencillamente, el aplauso", indicó.
"Participar en la Cruzada es todo un acontecimiento", agregó, desde que viajas en "un camión que se bambolea por los caminos, subir y bajar las cosas, bañarse y comer donde se puede, pero cuando llegas al lugar de la actuación es como decir: ¡Guau!, es por esto que estoy acá".
Estar en estas montañas con esta gente "es como una magia, es el mejor regalo que recibe un artista en estas comunidades, donde te esperan todo el año y el día de la actuación es una verdadera fiesta", dijo la joven.
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Antes de la despedida, los tres artistas uruguayos coincidieron en querer volver a actuar en Cuba.