Frente al avance de la enfermedad, Vargas decidió retratar cada uno de sus encuentros. En un libro que recoge este trabajo señala: "Lo dibujé hasta el último día, solo para dejar un registro de nuestros días".
"Es una sala realmente sobrecogedora con los dibujos de su marido, que no la reconocía y a quien ella visitaba todos los días, porque ya no podían vivir juntos. Ella no tenía forma de comunicarse, ni tampoco de despedirse. Y lo mejor que pudo hacer fue tomar el lápiz y dibujarlo. (…) Es una muestra con lo que ella percibía, la delicadeza de sus cambios. Es de una belleza increíble", contó a Sputnik María Irene Alcalde, curadora de la exposición.
La muestra también está compuesta por otro trabajo que realizó en paralelo, dedicado a la figura de una 'niña que vuela', que tuvo como modelo a su nieta. Los dibujos retratan a una pequeña delgada, de tez blanca, en diferentes posiciones en las que parece flotar. Esta sala comparte junto con la otra el concepto de ingravidez de los cuerpos, parte del proceso de experimentación de la artista.
La obra cuenta con 205 dibujos creados en técnica mixta, sobre papel y tela. La muestra estará abierta al público hasta el 10 de junio en el Museo de Artes Visuales de Santiago de Chile.
Te puede interesar: El conflicto sirio a través de los pinceles de un artista ruso