En el libro 'Kovarnaya Koleya' ('Carril Ruin', en español), Yakunin escribe que semejante explicación fue la que le dio la propia Merkel.
Es público y notorio que Merkel, nacida en Alemania del Este —que tras la Segunda Guerra Mundial fue ocupada por la URRS—, habla bien ruso.
"Siempre consideré que si yo supiera al menos una palabra de chino, la usaría; y si supiera tres palabras de alemán, las emplearía también. No podía entender por qué una persona que sabía ruso tan bien como Merkel no lo hablaba durante sus visitas al país. Tenía la sensación de que ella estaba atenazada por una fobia", escribe Yakunin, citado por los medios rusos.
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Dos semanas después de esta conversación con Löscher, el jefe de Ferrocarriles de Rusia tuvo la oportunidad de conversar en Berlín con la propia Merkel.
"Ella me saludó (…) y en seguida empezó a hablar conmigo en ruso. Merkel dijo: 'Señor Yakunin, usted tiene razón en que tengo temor a hablar ruso. Cuando era niña, un soldado soviético me robó la bicicleta. A partir de aquel momento, siento algo que supongo que puede calificarse como una cierta desafección hacia los rusos'", cita Yakunin las palabras de Merkel.
Al escuchar esta explicación, el empresario ruso recordó que a la vuelta de la esquina había una tienda de bicicletas.
"Si pudiera imaginar por un segundo que eso ayudaría a cerrar su herida, me echaría allí en seguida para comprar todas sus bicicletas, pero no estoy seguro de que eso le ayude", le dijo Yakunin a Merkel.
La editorial Biteback Publishing publicó el 12 de abril 'Carril Ruin'. Aparte de este caso, Vladímir Yakunin describió detalladamente en el libro distintas fases de su vida y compartió recuerdos sobre la gente con la que tuvo oportunidad de encontrarse.
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