Así, el suministro de electricidad se vería interrumpido debido a la falta de combustible en las centrales eléctricas 24 horas después de que los humanos desaparecieran repentinamente de la faz de la Tierra.
Tras dos o tres días de ausencia, el metro se inundaría de agua a raíz del apagón de las bombas hidráulicas. Los animales domésticos empezarían a morir tras 7 o 10 días.
18 de enero 2018, 19:27 GMT
Pasado un mes, el agua refrigerante se evaporaría de los reactores nucleares y habría catástrofes aún peores que la de Chernóbil. Seis meses después de la desaparición de los humanos, las ratas abandonarían las ciudades en busca de comida.
En 5 años, la Plaza Roja en Moscú se cubriría de hierba.
Aparte de los cambios en la Tierra causados por la desaparición de los humanos, el desplome de la Estación Espacial Internacional (EEI) sería otra de las consecuencias. Su caída se produciría tras 3 años por la falta de corrección de su órbita.
Te podría interesar: ¿Nos alcanzará el apocalipsis en 2018?
