Anteriormente se informó que en el Reino Unido fue registrada la empresa Telegram Open Network Limited cuyo director general es Dúrov y que está inscrito como un nacional británico.
"Llevamos semanas investigando quién está detrás de esta inscripción falsa", dijo Dúrov al diario Vedomosti.
El pasado 20 de marzo el Tribunal Supremo de Rusia desestimó la demanda de Telegram, en la que se solicitaba invalidar una orden del Servicio Federal de Seguridad (FSB) que obliga a la aplicación de mensajería a facilitar las claves de cifrado de las correspondencias de sus clientes bajo el argumento de que es ampliamente usada por los terroristas.
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En particular, se empleó para organizar el atentado en el metro de San Petersburgo de hace un año, que se saldó con 16 muertos.
El 6 de abril, un tribunal de Moscú recibió una demanda de Roskomnadzor de bloquear en Rusia "el acceso a los sistemas informáticos y programas de ordenador empleados para recibir, enviar y procesar los mensajes electrónicos" de Telegram.
Según Telegram, la orden del FSB viola el principio constitucional del secreto de la correspondencia, ya que con las claves de cifrado el servicio de seguridad tendrá acceso a los mensajes de cualquier usuario, y, además, es "inviable desde los puntos de vista técnico y jurídico".
El FSB, a su vez, objetó que la información solicitada no contiene datos que constituyan secreto de correspondencia.