El jefe del Servicio de Seguridad de Ucrania, Vasili Gritsak, acusó horas antes a Zajárchenko y a Alexándr Timoféev de estar implicados en una supuesta preparación de atentados en Kiev conjuntamente con el jefe del Centro de Liberación de Prisioneros, Vladímir Rubán, detenido la víspera.
Un Tribunal de Kiev dictaminó arrestar a Rubán por dos meses, alegando que el oficial estuvo preparando la toma de la Rada y varios edificios gubernamentales, así como ataques armados contra funcionarios del Estado y líderes políticos, entre ellos el presidente Petró Poroshenko, el ministro del Interior Arsén Avákov, al secretario del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania, Alexandr Turchínov, o el jefe del partido Frente Nacional, Arseni Yatseniuk.
El conflicto militar entre Kiev y las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk, que nacieron en Donbás en respuesta al golpe de Estado de febrero de 2014, lleva ya casi cuatro años.
Los acuerdos de Minsk, suscritos en septiembre de 2014 y en febrero de 2015, sentaron las bases para una solución negociada del conflicto pero no han derivado hasta ahora en el cese de la violencia.
La ONU estima el balance de la crisis en unos 10.300 muertos.