El mandatario ruso destacó que desde el año 2012 más de 300 nuevos sistemas de armamento entraron en servicio en el Ejército ruso, y que las Fuerzas Nucleares Estratégicas del país recibieron 80 nuevos misiles balísticos intercontinentales.
Según Putin, el "corazón" de las fuerzas armadas rusas son sus oficiales "leales a la Patria y dispuestos a hacer cualquier sacrificio por su pueblo".
A este respecto, el presidente recordó el caso del piloto ruso Román Filípov, muerto en Siria en un combate desigual con los terroristas.
"Los equipos y las armas, incluso los más avanzados, los tendrán tarde o temprano otros ejércitos el mundo, pero es algo que no nos preocupa en absoluto, puesto que tenemos ya estas armas y estas serán aún mejor. Lo más importante es que los otros jamás tendrán seres humanos y oficiales como nuestro piloto, el mayor Román Filípov", recalcó.
Filípov logró eyectarse y cayó en una zona controlada por los yihadistas, donde libró un combate desigual hasta disparar la última bala de su arma reglamentaria, fue acorralado por los terroristas y resultó gravemente herido, por lo que detonó una granada y se hizo explotar.
El mayor Filípov fue proclamado Héroe de Rusia a título póstumo por el heroísmo y valentía mostrados durante el cumplimiento de su deber militar.