"Las órdenes de detención internacional no deben cursarse por sospechas", dijo el juez del Tribunal Supremo en unas declaraciones emitidas por Televisión del Principado de Asturias, región situada en el norte de España.
El juez instructor recordó que las órdenes de detención internacional "tienen que cursarse el día que ya se sabe que los hechos tienen indicios racionales de haberse perpetrado y que además, integran un delito grave en España y un delito grave en el país al que se le pide la colaboración".
Este 21 de febrero, Llarena dictó una orden de busca y captura a nivel nacional contra Anna Gabriel, después de que ésta no se presentara a su cita para declarar en el Tribunal Supremo.
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En su breve conversación con los medios, Llarena explicó que la orden de detención internacional es una herramienta pensada para pedir colaboración a otros países cuando haya "una investigación terminada" y no para trabajar "sobre sospechas".
De esta manera, justificó su decisión de desoír la petición de la Fiscalía, que solicitó al juez la emisión de una orden internacional para Gabriel.
Actualmente, en el marco de la causa que instruye Llarena, casi una treintena de dirigentes catalanes son investigados por la posible comisión delitos de rebelión, sedición, malversación, desobediencia y prevaricación durante el desarrollo del proceso independentista que tuvo lugar la pasada legislatura.
Entre las personas en prisión provisional destaca Oriol Junqueras, expresidente del Gobierno catalán.
De los casi treinta investigados, seis se encuentran huidos: cinco antiguos integrantes del Ejecutivo catalán —entre ellos destaca el expresidente catalán Carles Puigdemont— se fueron a Bruselas tras ser citados a declarar por la justicia española y, ahora, Anna Gabriel decidió marcharse a Suiza en una situación similar.