La comisión, creada en diciembre de 2017, está integrada por expertos de Francia, Finlandia, Suecia, Alemania, Noruega, Reino Unido y Rusia.
El documento señala que de momento es imposible determinar el origen de la fuga de rutenio 106, sin embargo dio por excluida la hipótesis del origen médico.
El organismo indicó que hay que recoger y comprobar todos los datos para reunirlos y evaluarlos.
La comisión se comprometió a trabajar de manera transparente e informar a la opinión pública de los resultados de su trabajo.
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Se indica que la próxima reunión de la comisión se celebrará el 11 de abril en Moscú.
A pesar de que los niveles detectados eran sumamente altos en comparación con la norma, la "nube" no representa riesgo alguno para la salud humana, afirmaron expertos europeos.
El rutenio-106 no es un elemento de origen natural, puesto que solo se produce a consecuencia de la división de átomos que tiene lugar en un reactor nuclear.
Este material es usado habitualmente con fines médicos para el tratamiento de tumores, en los sistemas de alimentación de satélites y en las pruebas atmosféricas de armas nucleares.