Al comentar cómo EEUU luchará contra la presencia de Irán en Siria el diplomático dijo que se tratará de "una serie de medidas, ante todo sanciones agresivas".
Irán es (junto con Rusia y Turquía), uno de los tres países garantes del proceso de Astaná sobre Siria que comenzó en enero de 2017 y busca consolidar el armisticio y allanar el camino a una solución política del conflicto en el país árabe.
En el marco de estas negociaciones fue acordado crear cuatro zonas de distensión temporales en Siria que persiguen el objetivo de lograr el cese de los enfrentamientos entre las fuerzas gubernamentales y las de la oposición, afianzar el armisticio y separar a los rebeldes de los grupos terroristas.
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Asimismo, afirmó que la restauración posconflicto de Siria requerirá entre 200.000 y 300.000 millones de dólares.
Los oscuros planes de EEUU en el norte de Siria https://t.co/emySdFw2Ik
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 9 января 2018 г.
"Siria necesita reconstrucción; las estimaciones varían, pero se puede decir que se trata de entre 200.000 y 300.000 millones de dólares o más", dijo el diplomático al intervenir en el Senado de EEUU.
"Retenemos estos fondos hasta que veamos un progreso", dijo.
Añadió que Estados Unidos quiere actuar en Siria solo a través de la ONU "en contrapeso" al Congreso del Diálogo Nacional Sirio en Sochi.
"Pretendemos (…) actuar a través de la ONU, acatando la legitimidad del Consejo de Seguridad de la ONU y la resolución 2254 "en contrapeso" a Sochi y a las iniciativas rusas", dijo Satterfield.
Según agregó, Estados Unidos no puede ni quiere "legitimar un proceso alternativo (de solución a la crisis siria) que está promoviendo Rusia".
Según las expectativas, más de 1.500 delegados sirios acudirán a la cita de Sochi donde debe establecerse una Comisión Constitucional.
Siria vive desde marzo de 2011 un conflicto armado en el que las tropas gubernamentales se enfrentan a grupos armados de la oposición y a organizaciones terroristas.
Infografía: Siria, antes y después de las operaciones de combate
Según datos de altos cargos de la ONU, unas 400.000 personas perdieron la vida en el conflicto.