La calidad del aire en el país asiático es una de las peores del mundo en algunas zonas urbanas, y una de las razones para explicar este exceso de contaminación es que la mayoría de desechos plásticos, de papel y de metal que generan los países desarrollados se reciclan, precisamente, en China.
Pero en 2018, Pekín quiere revertir la situación drásticamente. A partir de marzo planea prohibir las importaciones de ciertos tipos de materiales para el reciclado. Se trata de algunos tipos de plásticos, desechos textiles y papel. Asimismo, el cartón que se importa para su reutilización deberá ser mucho más 'limpio' que hasta ahora, informa BBC Mundo.
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Anteriormente, China importaba muchos de estos materiales para cubrir sus propias necesidades de producción de envases y embalajes, pero ahora las autoridades defienden que China puede ser 'autosuficiente' con su propia generación de basura.
El Buró Internacional de Reciclaje, con sede en Bruselas, que representa a la industria global del reciclaje, afirma que Tailandia, Vietnam, Camboya, Malasia, la India y Pakistán podrían ser los nuevos mercados potenciales para acoger estos materiales.
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Mientras tanto, los ecologistas aseguran que las medidas de Pekín deberían servir para cambiar nuestra relación con algunos materiales como el plástico y la forma en que los utilizamos. Es decir, que este sería un buen momento para repensar cómo minimizar nuestro impacto sobre el medio ambiente.