La Kneset aprobó por 64 votos contra 52 una enmienda que dificulta la cesión del sector ocupado de Jerusalén a los palestinos. A partir de ahora para aprobar cualquier cambio de esa ley se necesitarán 80 votos sobre los 120 que hay en la Kneset.
Según el mismo comunicado, Israel decidió acabar con el proceso de paz de una vez por todas.
El texto de la enmienda patrocinada por el ministro de Cultura, Naftali Bennett, también permitirá deslindar ciertos barrios palestinos de Jerusalén donde no viven judíos, y crear una nueva jurisdicción que contenga solamente a "residentes" palestinos.
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La enmienda se refiere especialmente a los barrios palestinos de Jerusalén que quedaron del otro lado del muro de hormigón que Israel construyó en la ciudad santa.
"Nuestro mensaje es claro: ningún judío podrá ceder una parte de la tierra, ni siquiera el pueblo judío", comentó Bennett.