El 1 de enero el presidente de EEUU, Donald Trump, denunció que las autoridades de Irán están fallando "en todos los niveles" y ha llegado "la hora del cambio" en el país persa.
"Siria condena decididamente la postura de la Administración de EEUU y las formaciones bajo su influencia en torno a los acontecimientos en Irán", dice el comunicado.
Damasco reiteró su pleno apoyo a Teherán, llamó a respetar su soberanía y no intervenir en sus asuntos internos.
Desde el 28 de diciembre Irán vive una oleada de protestas callejeras, la más fuerte desde que miles de manifestantes invadieran las calles en 2009 para expresar su repudio a la reelección del presidente Mahmud Ahmadineyad.
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El 1 de enero el vicegobernador de la provincia de Teherán, Ali Asghar Naserbakht, informó de unos 450 personas habían sido detenidas desde el 30 de diciembre en Teherán durante las protestas antigubernamentales.
Los manifestantes reclaman mejoras económicas y protestan por la subida de los precios.
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