Los bombarderos estratégicos Tu-160 se acoplaron durante las maniobras a los aviones cisternas Il-78 mientras volaban a una altura de 5.000 metros y a una velocidad de 600 km/h. Esta maniobra se considera una de las más complicadas del ya de por sí exigente entrenamiento de los pilotos.
Así lo confirmó el presidente ruso, Vladímir Putin, quien voló en un bombardero estratégico en 2005. La aeronave en la que iba también realizó aquel día el reabastecimiento de combustible en el aire.
"Yo personalmente he presenciado un reabastecimiento. El piloto no lo consiguió al primer intento: estaba sudando", relató el presidente ruso.