"Esta reducción se debe a las menores producciones previstas para el maíz (15,9 millones de toneladas menos) y para la soja (6,8 millones de toneladas menos)", informó en un comunicado el organismo oficial, que estima que en total el próximo año se recogerán 219,5 millones de toneladas de granos.
La última proyección sobre la cosecha total recogida en 2017 totalizó 241,9 millones de toneladas, un aumento de 56,1 millones de toneladas (30,2%) respecto a la de 2016.
Esta cosecha récord, impulsada sobre todo por el aumento en la producción de maíz (19%), fue uno de los principales factores que influyeron en la incipiente recuperación económica de Brasil, dado que el sector agrícola es uno de los pilares de la economía.