"Ya que el año siguiente llegaremos a Rusia, y teniendo en cuenta todos los rumores sobre el dopaje en Rusia, decidimos al nivel de la FIFA, y hablé personalmente con el presidente sobre esto, que todos los controles antidopaje serán realizados por los médicos de la FIFA", dijo al periódico The Telegraph.
"Queremos asegurar a todos que la FIFA quiere que estos asuntos sean muy transparentes, claros e imparciales, sin intervención de las personas que podrían ser bajo sospecha alguna", subrayó.
En mayo de 2016 el exdirector del laboratorio antidopaje de Moscú Grigori Ródchenkov reveló al periódico The New York Times una práctica de dopaje presuntamente institucionalizada en Rusia.
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La denuncia de Ródchenkov, quien acusó de dopaje a 15 medallistas olímpicos de los Juegos de Sochi 2014, desencadenó una investigación de la Agencia Mundial Antidopaje (WADA), que llevó a la suspensión de los atletas rusos de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, así como de la selección paralímpica de Rusia en su conjunto.
Altos cargos de Rusia desmintieron en repetidas ocasiones cualquier vínculo del Gobierno o de las instituciones, servicios u órganos gubernamentales con los casos de dopaje entre los deportistas.
El presidente ruso, Vladímir Putin, negó la existencia de un sistema institucionalizado de dopaje en Rusia y aseguró que el país tiene la intención de colaborar estrechamente con el Comité Olímpico Internacional y con la WADA para erradicar este mal.