"Es seguro decir que ya ha llegado la era del sexo virtual de la inmersión", apuntó el profesor Neil McArthur, coautor del estudio y director del Centro de ética profesional y aplicada de la Universidad de Manitoba (Canadá).
McArthur apuntó que, en el futuro, muchas personas formarán una intensa conexión con sus robots sexuales, dado que estos estarán hechos a medida para satisfacer sus deseos y hacer cosas que los compañeros humanos posiblemente no harían.
"Por esta razón, un número significativo de personas utilizará probablemente robots como su principal modo de experiencia sexual", aseguró el profesor.
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McArthur consideró que las pautas para orientar a las personas a tomar decisiones informadas con respecto a la participación en actividades basadas en la tecnología de cualquier tipo, principalmente las de naturaleza sexual, son escasas y distantes.
"Es imprescindible una estructura para comprender la naturaleza de la digisexualidad y cómo abordarla", concluyó McArthur.