"De todos los jugadores mencionados en el informe de McLaren, dos futbolistas rusas sub-20 años ya habían sido sancionadas por las autoridades deportivas rusas, hasta el momento no se ha descubierto que ningún otro haya violado las reglas antidopaje, aunque la investigación continúa abierta", declaró una fuente de la FIFA.
La denuncia de Ródchenkov, quien acusó de dopaje a 15 medallistas olímpicos de los Juegos de Sochi 2014, desencadenó una investigación de la WADA que llevó a la suspensión de los atletas rusos de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, así como de la selección paralímpica de Rusia en su conjunto.
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Altos cargos de Rusia desmintieron en repetidas ocasiones cualquier vínculo del Gobierno o de las instituciones, servicios u órganos gubernamentales con los casos de dopaje entre los deportistas, haciendo llamados a la necesidad de defender a los atletas "limpios".
El presidente ruso, Vladímir Putin, negó la existencia de un sistema institucionalizado de dopaje en Rusia y aseguró que el país tiene la intención de colaborar estrechamente con el Comité Olímpico Internacional y con la WADA para erradicar este mal.