"Alemania puede hacer una aportación enorme a la historia contemporánea si persevera en su política encauzada a normalizar la situación en el este de Ucrania", dijo Lukashenko al reunirse en Minsk con el vicepresidente del Gobierno y titular de Exteriores alemán, Sigmar Gabriel.
El mandatario bielorruso señaló que en el este de Ucrania aún quedan numerosos problemas sin resolver a pesar de los acuerdos suscritos en Minsk en 2015, pero "ya no hay hostilidades".
"De no haber sido por la firme postura de Alemania, aún habría miles de muertos (en el este de Ucrania)", añadió.
Por su parte, Gabriel destacó que Bielorrusia es un moderador y mediador ideal por su proximidad a grandes naciones.
"Será probablemente por ello por lo que Minsk es una sede excelente para las negociaciones del Cuarteto de Normandía (Alemania, Francia, Rusia y Ucrania)", dijo el ministro alemán y expresó la esperanza de que siga siéndolo en el futuro.
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Los acuerdos de Minsk, suscritos en septiembre de 2014 y en febrero de 2015, sentaron las bases para una solución política del conflicto pero no han derivado hasta ahora en el cese de la violencia cuyo resultado la ONU estima en más de 10.200 muertos.
Del 1 de enero al 10 de noviembre, según la OSCE, el conflicto en el este de Ucrania costó la vida a 425 civiles, más que en el mismo período de 2016.