Kovacevic es un experimentado político croata, que desempeñó el cargo de ministro y también sirvió como embajador de Croacia en Moscú durante cinco años —desde 2003 hasta 2008–. Así que "entiende perfectamente a Rusia, su política exterior y a su presidente Vladímir Putin", subraya el diario croata Vecernji List que entrevistó al exdiplomático sobre las relaciones croata-rusas.
Señales prometedoras
En su opinión, Rusia está claramente interesada en la cooperación con Croacia, y le parece que Croacia "se equivocará si no aprieta la mano extendida por Putin".
Por supuesto, Rusia tiene sus propios intereses en la región de los Balcanes, que no siempre coinciden con los planes de la misma Croacia. Por ejemplo, Moscú está categóricamente en contra de la entrada de los países de la región en la OTAN mientras esta última cree que la ampliación del bloque es el único método de garantizar la seguridad.
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El político afirma que la entrada de los países en las instituciones de integración euroatlántica "no significa necesariamente que los gobiernos de estos estados apliquen una política antirrusa", así que si Croacia demuestra que las empresas rusas son bienvenidas en el país, pues, "Rusia podría cambiar su política balcánica".
La raíz de la desconfianza
A su juicio, las relaciones ruso-croatas recibieron un golpe extremadamente fuerte cuando se desmoronó el proyecto del oleoducto conjunto Druzhba-Adria y cuando Zagreb decidió comprar gas a la empresa italiana Eni en vez de al gigante ruso Gazprom. En aquel entonces, los rusos entendieron que no vale la pena creer en las promesas de los croatas.
Respecto a las sanciones, Kovacevic asegura que las empresas rusas en el mercado croata deberían recibir el mismo trato que las demás; eso ayudaría al Gobierno ruso a llegar a la conclusión de que no hay necesidad de temer una ampliación de la Unión Europea a expensas de los nuevos países.
La importancia del respeto
Kovacevic no duda de que Rusia sea un jugador global significativo, lo que importa y significa mucho más que ser 'bueno' o 'malo'. Un jugador mundial significante persigue siempre sus propios intereses.
La situación se fue de las manos completamente con el golpe de Estado en Ucrania. Todos sabían que Rusia no permitiría la expansión de la OTAN hacia el este y esperaban que reaccionara con dureza ante el cambio del poder en Ucrania bajo los auspicios de las fuerzas occidentales.
"La crisis ucraniana fue provocada para estropear la imagen internacional de Rusia y convertirla en un enemigo. Eso trae mucho beneficio para el 'establishment' militar de EEUU, para el que justifica un enorme gasto militar", concluye el político.