"Estoy solicitando a la oficina del inspector general del Departamento de Defensa que investigue si información concerniente a Devin Patrick Kelley debería haber sido compartida con el FBI para ser ingresada en la base de datos del Centro Nacional de Información sobre el Crimen; si dicha información no fue compartida, y si no lo fue, por qué" no se compartió con el FBI, dijo Mattis en un memorando.
Kelley, a quien la policía halló muerto dentro de su vehículo minutos después del episodio, había recibido la baja deshonrosa de la Fuerza Aérea por mala conducta, luego de haber sido condenado a 12 meses de prisión por atacar a su esposa y a su hijastro.
La Fuerza Aérea omitió comunicar este hecho al FBI.
El atacante tenía problemas de salud mental y en junio de 2012 se fugó de un hospital psiquiátrico ubicado en el estado de Nuevo México (oeste), de donde quiso escapar antes de ser recapturado por las autoridades.
Según esa oficina Kelley intentaba cumplir con las amenazas de muerte que había hecho contra su cadena de mando militar.
El martes, la cadena de noticias ABC informó que un oficial de la Fuerza Aérea corroboró el episodio.
Sin embargo, el Buró de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos, dijo que Kelley compró tres armas de fuego que fueron halladas después del incidente, entre ellas un rifle que fue dejado en la iglesia y dos revólveres, encontrados en el vehículo del atacante.
