"Consideramos que nuestra cooperación con Turquía es autosuficiente e independiente de terceros Estados (…) no debe someterse a la presión de cualquier otro actor externo", dijo a la prensa, en especial referencia al suministro de sistemas antiaéreos rusos S-400 a Turquía.
La diplomática señaló que Moscú mantiene el diálogo con Ankara sin esconderlo de otros países.
"Desde luego, informamos a la comunidad internacional de nuestros planes; esos planes eran conocidos, no los escondíamos, teníamos en cuenta la problemática regional e internacional, así como cuestiones de seguridad en la región", indicó.
Moscú y Ankara firmaron en septiembre pasado un contrato para el suministro de sistemas S-400 a Turquía, que ya desembolsó el primer pago.
Turquía comparte más de 1.000 kilómetros de frontera con Siria e Irak donde no cesan las operaciones bélicas.
El sistema antiaéreo S-400 Triumf (SA-21 Growler en la clasificación de la OTAN) es capaz de abatir aparatos aéreos de tecnología furtiva, misiles de crucero, misiles balísticos tácticos y táctico-operativos, así como destruir instalaciones en tierra.
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El S-400 tiene un alcance de hasta 400 kilómetros y puede destruir blancos a alturas de hasta 30 kilómetros; por sus prestaciones, este sistema pertenece a la generación 4+ y es el doble de eficaz que sus antecesores.