"Debemos examinar el programa nuclear iraní como el problema separado, no debemos mezclarlo con otros asuntos: el comportamiento de Irán en la región, ni los derechos humanos, ni la idea de que Irán debe de alguna manera limitar oficialmente su programa de misiles", dijo al canal RT.
"Hay que poner fin a los juegos en torno al acuerdo iraní", dijo.
Además Riabkov subrayó que Rusia desarrolla relaciones bilaterales tanto con Irán como con Arabia Saudí y los nexos con cada uno de estos países tienen para Moscú valor propio.
"Las relaciones con Arabia Saudí tienen valor propio —y lo demostró la reciente visita del rey Salman bin Abdulaziz al Saud a Rusia— al igual que las relaciones con Irán, lo que muestra la visita del presidente Vladímir Putin a Teherán", dijo a la cadena rusa de televisión Rossiya-24.
Afirmó que Moscú "jamás dialoga ni desarrolla relaciones" con un país utilizando para ello a otro.
El vicecanciller añadió que Rusia no trata de escoger entre los dos.
En los últimos años las relaciones bilaterales entre Rusia y Arabia Saudí cambiaron drásticamente y llegaron a un alto nivel gracias, entre todo, a la participación activa de Moscú en la resolución del conflicto sirio.
Teherán y el Grupo 5+1 (China, EEUU, Francia, Reino Unido y Rusia más Alemania) lograron en julio de 2015 el Plan de Acción Integral Conjunto (PAIC) que establece limitaciones al programa nuclear iraní para excluir su posible dimensión militar a cambio del levantamiento de sanciones internacionales.
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El presidente de EEUU, Donald Trump, declaró en octubre que su Gobierno decidió no certificar que Teherán está cumpliendo con el PAIC.
Trump anunció que buscará que el Congreso de su país corrija los "defectos" del acuerdo nuclear con Irán, y advirtió que si eso no se logra el pacto será "cancelado".