"Esperamos que el Gobierno de Kiev no trate de utilizar las actuales turbulencias políticas para agudizar aún más la situación en Donbás", indica el documento.
El texto señala que Moscú sigue de cerca las manifestaciones que desde el 17 de octubre tienen lugar en el centro de Kiev, junto a la Rada Suprema.
"Esos sucesos ponen en evidencia el cansancio acumulado por sociedad ucraniana, fruto de las múltiples promesas de las autoridades de superar la crisis social y política, vencer la corrupción y mejorar el nivel de vida de la población del país", precisa el comunicado.
La Cancillería rusa destaca que "nuevamente, como hace casi cuatro años, en las plazas de la capital ucraniana se escuchan llamados a que el presidente presente su dimisión", agregando que surge "cierta sensación de algo ya visto antes (Déjà vu)".
Los manifestantes en Kiev exigen erradicar la inmunidad parlamentaria, crear un tribunal contra la corrupción y introducir varias enmiendas en la legislación electoral para permitir a los electores optar por candidaturas concretas en las listas que presentan los partidos.
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