"Es crucial que el Gobierno introduzca nuevas normas que controlen los costes legales de las reclamaciones por enfermedad durante las vacaciones", declaró un portavoz de Abta, la asociación de tour operadores y agencias de viaje.
Abta ha activado la campaña Stop Sickness Scams (Parad los timos por malestar), que costó a la industria por encima de 240 millones de libras en 2016 (unos 280 millones de euros), según sus estimaciones.
"Estas reclamaciones también están dañando la imagen de los turistas británicos en el extranjero, particularmente en España, donde ocasionan gastos de millones de libras para los hoteleros", añadió el portavoz.
En este y otros casos, los turistas reclaman al seguro indemnización por supuesta gastroenteritis u otros malestares contraídos durante las vacaciones.
Este tipo de fraude vacacional se ha disparado un 500 por ciento desde 2013 pero los partes de enfermedad en el destino turístico han permanecido estables en el mismo periodo, de acuerdo con datos de Abta.
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