"La resistencia armada es legal. Existe para proteger a los palestinos y liberar sus tierras de la ocupación israelí. Este tema no está en la mesa de negociaciones", dijo un portavoz de Hamás, Hazem Qassem, en declaraciones reproducidas por la agencia de prensa palestina Maan.
Las dos facciones palestinas se reunirán esta semana en El Cairo para seguir avanzando en su acercamiento y esta será una de las cuestiones que serán tratadas, pese a que Hamás ha reiterado en numerosas ocasiones que es un tema no negociable.
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Israel considera a este brazo armado responsable de numerosos atentados en los últimos años y exige su desarme. Abás declaró en estos días que no puede aceptar que Hamás conserve estas milicias. "No aceptaré que se reproduzca en Gaza el escenario de Hizbulá en el Líbano", dijo, refiriéndose al hecho de que Hizbulá es un movimiento político que conserva sus milicias armadas.
"Tengo un gran deseo de que nuestra reconciliación se concrete pero esto sólo ocurrirá si la Autoridad Palestina gobierna en Gaza como gobierna en Cisjordania. Los cruces de frontera, la seguridad y todos los ministerios deben estar bajo nuestro control", dijo el dirigente palestino.
El primer ministro palestino, Rami Hamdala, entró anteriormente en Gaza por primera vez desde 2015 y comenzó a tomar posesión de varios ministerios y organismos oficiales de la franja.
Hamás ha gobernado Gaza desde 2007 cuando, un año después de haber ganado los comicios legislativos, prácticamente expulsó a las autoridades del Fatah, el partido de Abás.
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Hamás es considerado un grupo terrorista por Estados Unidos, Europa e Israel. Este aplica un severo bloqueo contra Gaza desde hace diez años que ha tenido consecuencias funestas para los dos millones de habitantes de la franja, cada día más aislados y empobrecidos.
