"Aspiramos a reducir a cero el uso de centrales nucleares hacia 2030", dijo Koike en vísperas de las elecciones a la Cámara baja del Parlamento.
En 2016, accionistas de las principales compañías energéticas de Japón exhortaron a renunciar a la producción de la energía nuclear en el país recelando que se repite una tragedia similar al accidente de Fukushuima 1 en 2011.
No obstante, nueve compañías, incluida la operadora de centrales nucleares Tepco, se oponen a esta iniciativa.
El Gobierno actual del primer ministro, Shinzo Abe, respalda el desarrollo de la energía nuclear en intereses económicos del país a pesar del desacuerdo de la oposición y la sociedad.
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A finales del mes pasado, Abe disolvió la Cámara baja del Parlamento para celebrar el 22 de octubre las elecciones anticipadas.
El 11 de marzo de 2011, un terremoto de magnitud 9,0 y el posterior tsunami azotaron la prefectura de Fukushima, en el noreste de Japón, provocando la anegación de cuatro de los seis reactores de la central nuclear y dejando fuera de servicio el sistema de refrigeración, lo que derivó en una serie de explosiones de hidrógeno y la fusión del combustible.
El accidente de Fukushima es el mayor desastre nuclear desde Chernóbil, en 1986.
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Según varias estimaciones, Japón tardará casi 40 años en recuperarse completamente de la tragedia.