"El documento que acabamos de suscribir con el canciller Faurie viene a cerrar casi dos años y medio de intensas negociaciones (…) Estas negociaciones las hemos llevado en un marco de entendimiento, de comprensión mutua de la necesidad de poner un punto final y un nuevo inicio a todo lo que implica el ordenamiento económico-financiero de la Entidad Binacional", manifestó Loizaga, quien ofició de anfitrión.
El resultado de la reestructuración de la deuda con el Gobierno argentino, que financió con créditos y garantías la construcción de la central, redujo el monto estimado de más de 17.000 millones de dólares a 4.084 millones a pagarse en un plazo de 30 años, con diez años de gracia, por lo que el primer pago se realizará dentro de 11 años.
En esos diez años, la Entidad Binacional deberá realizar inversiones en la maquinización del Brazo Aña Cuá, una ampliación de la central, y deberá instalar tres turbinas adicionales.
Su homólogo argentino compartió lo dicho por Loizaga y destacó la amistad entre los mandatarios de ambos países.
"Los Presidentes tienen una amistad forjada en la que han construido un diálogo político sincero que les permite coincidir en muchísimas orientaciones, parte de las cuales las dieron en (la ciudad paraguaya del departamento de Misiones) Ayolas (sur) cuando se encontraron algunos meses atrás" refirió Faurie en Asunción.
El 3 de diciembre 1973, Argentina y Paraguay firmaron en Asunción el Tratado de Yacyretá con el que se comprometieron a aprovechar los recursos hídricos del río Paraná.
Con una potencia de 3.200 megavatios, Yacyretá abastece el 22% de la demanda de electricidad argentina.