"El hecho de que las armas de los estadounidenses estén en Corea del Sur puede dar que pensar a Corea del Norte y a China. En general, todo el mundo está acostumbrado a que sea el régimen de Corea del Norte quien interprete el papel de loco y lance misiles. ¿Y si al final son los surcoreanos los que hacen ese papel?, se pregunta Sviatenkov.
"Washington aprovecha esta situación para presionar a Pekín", opina el experto, y lo argumenta diciendo que está claro que para Estados Unidos una guerra directa entre ellos y Corea del Norte sería contraproducente, puesto que China puede asomarse. El peso económico y militar de China en la contienda conduciría a una crisis a gran escaña en toda la región asiática.
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"Por eso, Estados Unidos está a la vez presionando a Corea del Norte y a China. Porque sabe que Pekín necesita a Pyongyang para poner nervioso a Estados Unidos cuando en la relación entre los estadounidenses y los chinos surgen problemas. Así que a EEUU le sale a cuenta crear una situación en la que Corea del Norte ya no pueda usar a China como arma arrojadiza", argumenta Sviatenkov.
El ministro de Exteriores norcoreano, Ri Yong-ho, aseguró que las palabras de Trump ante la ONU pueden desembocar en el lanzamiento de una bomba de hidrógeno sobre el océano Pacífico "sin precedentes".