"Un mundo sin pobreza no puede ser una quimera, debe ser un propósito real; y ello solo es posible si avanzamos en cooperación y si todos ponemos de nuestra parte", dijo la mandataria.
"El progreso material que se ha extendido a gran parte de los territorios no debe llevarnos a engaño: en nuestras sociedades persisten inequidades y tensiones no resueltas", sostuvo Bachelet al inicio de su intervención.
Además, aseguró que tanto la elevada concentración del ingreso, como el desigual acceso de las personas a las oportunidades y bienes, impiden que disfrutar de una vida digna sea una "posibilidad real" para todos.
"Esto se agudiza en el caso de los países en desarrollo o de renta media, donde las desigualdades impactan directamente en el acceso a una educación de calidad, a la salud, al empleo formal, a pensiones dignas, a una vida libre de violencia", indicó.
"Este es el camino que hemos adoptado en Chile para dar cumplimiento al propósito ineludible de mejorar las condiciones de vida de nuestra población, pero no es un esfuerzo que pueda aislarse de los objetivos de nuestra región y del conjunto de la comunidad internacional", dijo.
Finalmente, aseguró que Chile tiene la disposición para contribuir en la generación de políticas públicas que permitan abordar la superación de la pobreza y la reducción de la desigualdad "en todas sus formas".
A la cita acudieron también los ministros chilenos de Relaciones Exteriores, Heraldo Muñoz; y de Desarrollo Social, Marcos Barraza.